Aceite de calabaza
Hace unos días, unas amigas austriacas me regalaron una botellita de aceite de calabaza. Nunca lo había probado. Lo primero que me sorprendió fue su intenso color verde y su aroma. Aliñamos con él una ensalada verde y el resultado fue realmente sorprendente. Aquí en España estamos acostumbrados al sabor del aceite de oliva y nos cuesta mucho cambiar de hábitos, sobre todo cuando se trata de nuestros productos, pero os aseguro que es realmente delicioso.
Después de probarlo me ha picado la curiosidad y me ha puesto a investigar en la red. El aceite de calabaza o Kürbiskernöl se produce en la región de Estiria que se localiza en el sureste de Austria, en el triángulo formado por Austria, Hungría y Eslovenia y cuya capital es Graz. Se elabora prensando las pipas de calabaza, previamente tostadas, en pequeñas fábricas que en su mayoría son familiares. Es un producto de gran calidad que posee denominación de origen protegida por la Unión Europea siendo conocido como el “oro verde”. Tiene un intenso sabor a nueces y posee gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados que ayudan a bajar los niveles de colesterol. Solo se puede utilizar en frío (no sirve para cocinar) y generalmente se usa como aliño de ensaladas solo o combinado con aceite de oliva o miel o vinagre de sidra.
Me imagino que en España se podrá encontrar en herbolarios o tiendas de productos naturales. De todas formas, si viajáis a Austria no dejéis de buscarlo porque vale la pena comprar una botella y probarlo y además es un regalo original para los amigos aficionados a la gastronomía.
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